Representa diferentes momentos emocionales atravesados por la psique humana en su tránsito por el mundo, girando siempre en torno a la dualidad provocada por esa ineludible angustia vital que en mayor o menor medida todos sentimos alguna vez, y que en resumidas cuentas es lo que hace al ser humano cuestionarse todo y evolucionar, pero que al mismo tiempo, nos bombardea con numerosas sensaciones desestabilizadoras: inquietud, angustia, dolor, esperanza, etc.

 

Esa maraña de sensaciones entrelazadas que configuran la complejidad de un momento preciso de la existencia, tales como conflictos, contradicciones, disyuntivas, son el eje vertebrador de mi obra, expresando emociones que se producen en diferentes momentos del camino de la vida, el en recorrido del autoconocimiento, en la búsqueda del yo esencial.

​

En estos momentos de confinamiento a la espera de una supuesta “nueva realidad” incierta, esos sentimientos contradictorios se agudizan y se experimentan sensaciones inéditas, y me propongo analizarlos a través de una serie de pinturas digitales.

​

En mi obra utilizo la ciudad como elemento materializador de emociones humanas, transmitiendo éstas a través de una reinterpretación atípica de sus elementos, una reinterpretación onírica, que me permita separar el hábitat humano en sus partículas más elementales, que yo llamo “partículas urbanas”, reinterpretándolas de manera individualizada y recombinándolas de formas inesperadas de manera que sean capaces de transmitir una sensación plástica de conjunto capaz de inducir una u otra sensación concreta, con las que las personas se puedan sentir identificadas en uno u otro momento del confinamiento.